Antes que músico, Maxi Trusso fue nómade. Si no hubiera recorrido miles de kilómetros (vivió en Roma, Sicilia, Los Angeles y Londres), quizá nunca se hubiera cruzado con Manuel Vegas –pianista de Compay Segundo, quien accedió a enseñarle a tocar–, nunca le hubiera vendido ropa de cuero de víbora a Keith Richards y menos hubiera colaborado con Cher. "Todo eso me marcó como persona y, después, la vida me fue llevando", explica Trusso ahora, ya radicado en Buenos Aires, y habla de cómo fueron dándose las cosas hasta que, después de quince años en la música, metió su primer hit en Europa: "Fragments of Life" de Roy Vedas, su primer proyecto. Trusso es, además, uno de los pioneros en el uso del Auto-Tune y tiene listo para editar un segundo disco en Argentina, Love Gone, con Banda de Turistas como backing band. El hombre de los pies rápidos no piensa detenerse: está trabajando en dos nuevos proyectos que lo unen al productor electrónico Mercurio y al conductor radial Hoby Defino.
INFLUENCIAS "Viviendo en Italia, conocí algunas personas relacionadas con la moda, el arte y la música. Ellos fueron los que me ayudaron a animarme", dice Maxi Trusso. Decidido a convertirse en artista, tomó su gusto por los sonidos de los años 60 (desde adolescente es un gran fanático de los Kinks, Arthur Lee, Small Faces y Walker Brothers) y su buen inglés (lo canta como si fuera un nativo) para unir su pasión por el rock, el bluegrass y el country.
HIT-MACHINE Con una melodía vocal que se pega como brea, "Please Me" (uno de los highlights del disco de Poncho, Ponchototal) se subió al podio de los mejores temas del verano 2010. Maxi Trusso es la voz que canta sobre esa base secuenciada que le peleó el primer puesto sobre la arena de la costa atlántica a "I Know You Want Me" de Pitbull (la canción que acuñó el freak-star Ricardo Fort) y "When Love Takes Over" de David Guetta. "No dudé que podía funcionar, pero no imaginé cuánto. Con Zuker detrás, era muy factible que llegara a buen puerto."
Fue contratado por el prestigioso sello británico Mercury, compartió escenario con Madness y Pulp, jugó al fútbol con Robbie Williams y fue telonero en Turquía de los Rolling Stones, donde se encontró con su amigo Keith Richards, a quien le había vendido ropa de víbora. Y ahora vive en Baires.
Maxi Trusso tal vez debería haber nacido en Londres. Pero lo hizo en la Argentina hace treinta y siete años. Aunque la gran parte de su cultura musical la haya incorporado en sus vagabundeos por Inglaterra. Y justamente en la capital británica alcanzaría un sueño privado y particular: grabar para un sello de la isla y dejar su propia impresión del mundo a través de un puñado de canciones. La aventura, que se extendió durante la segunda parte de los ‘90, se llamó Roy Vedas, un dúo deforme y cancionero que deslumbró a los ejecutivos de Mercury y a Cher, quien los invitó para colaborar en su trabajo Believe. Allí compartieron escenario con bandas como Madness, Pulp, Mogwai y Guided By Voices, insertándose de manera infecciosa en la escena alternativa inglesa.
Y de la noche a la mañana, Maxi se encontró conversando largas tardes de música y otras yerbas con Mark Smith, líder de The Fall, o siendo entrevistado por la prestigiosa revista The Face, que eligió su canción Fragments of Life como una de las tres mejores de la década. “Mi próxima gran cosa sería estar entre los diez principales del Top of the Pops (el chart british), donde ya estuve sin buscarlo con Roy Vedas, pero es solamente un deseo íntimo que tampoco me quita el sueño.” Pero todo lo que para cualquier hijo de vecino (argentino) sería el pasaporte a la inmortalidad rockera, es para Maxi Trusso tan sólo una parte del camino. El mismo camino que este cantante y compositor nacido en 1970 cerca de la Plaza San Martín emprendió en su adolescencia hacia Europa en busca de su otro yo —casi sin saberlo— y donde halló refugio bajo el gran paraguas del rock británico.
Hoy, a más de un lustro de su radicación —¿definitiva?— en Buenos Aires, uno de los secretos mejor guardados de la escena pop nacional decidió editar Leave me and Cry, su debut solista; el resultado de un largo viaje a través del tiempo y el espacio para encontrarse con su destino, que en este momento lo sorprende en la Argentina y que mañana puede estar en Ginebra, Tokio o Sheffield.
Su historia no es la típica historia del pibe que armó y desarmó infinidad de bandas en sus años salvajes hasta que creyó que lo más conveniente era buscar nuevos aires en el exterior para su prosa incomprendida. Sus primeros encontronazos con la música los tendría como improvisado DJ en algunos reductos porteños, rol que exploró como fibra nutriente para su inquieto instinto experimental y no como un ejercicio de pinchadiscos. De hecho, la pista de baile no es el mejor paisaje para un fanático de Ray Davies y el rock inglés de los ‘60. “Si escuchás grupos como Sex Pistols, vas a darte cuenta de que aprendieron mucho de los Kinks, quienes hicieron mejores canciones que los Who. Los Kinks eran algo más: una mezcla entre psicodelia, mod y beat”, asegura el músico, quien en su debut interpreta una triste y bella versión folkie de Victoria, aquella joya de Arthur (Or the Decline and Fall if British Empire).
En los ‘90, sus padres viajaban con regularidad al Viejo Continente, un terreno experimental inmenso y fértil para Maxi, quien carecía de todo conocimiento musical. Salvo una osada y singular presentación amateur. Trusso, al confesionario: “En 1993 fui a una fiesta en la casa de un amigo en Uruguay y cuando llegué estaba tocando Donald. Para impresionar a una chica me puse a cantar Satisfaction. Ese había sido mi único acercamiento a la música de manera orgánica, aunque cantaba realmente mal”.
Saliendo a ver cómo funcionaba el planeta, recaló junto a su familia en Roma, donde se quedaría a vivir casi sin proponérselo. Allí se juntó con unos amigos y se metió en el circuito de la moda alternativa, donde trabajó como buyer de una tienda de ropa hasta que se enganchó con unos compadres dueños de un local y se dedicó a elegir colecciones de pilcha hardcore en París y Milán. “Conocí a un chico que tenía una casa llamada Carpe Diem, donde vendían modelos de rock en cuero”, aclara. “Todo estaba hecho con plata y cuero. Se trataba de algo medieval mezclado con todo el rock de los ‘60 y los ‘70. Así, rudo.”
Pero cuando la casualidad se convierte en amuleto, la vida se ve de distinta manera y el azar puede transformarse en un compañero útil y silencioso. En 1996, caminando por la capital italiana, se cruzó con Manuel Vega, pianista de Compay Segundo y arreglador de varios músicos de Buena Vista Social Club, poco antes de la explosión del fenómeno centroamericano. Y si hay algo que este muchacho sabe hacer a la perfección, es aprovechar las oportunidades. “Nos pusimos a conversar y me confesó que era mago y que había trabajado en un circo con Fumanchú o algo así”, cuenta entusiasmado. “Entonces le dije que quería aprender piano, a lo que él respondió: ‘Venite a casa y te empiezo a enseñar’. Yo no sabía absolutamente nada y mi única experiencia había sido cantar con Donald, pero seguí mi instinto y a la segunda clase compuse un tema, lo que me hizo notar que debía dedicarme a hacer canciones.” En su loco periplo se tropezó con un viejo actor apasionado de la lírica con perfil de personaje, quien le brindó lecciones de canto, aunque el destino quiso que emprendiera un nuevo viaje exploratorio. Esta vez su interés por la moda lo llevó a mover sus huesos a California, donde se toparía con un siciliano sacado con el que formaría una fructífera sociedad musical.
“Cuando me fui a Estados Unidos ya tenía cosas escritas, aunque nunca había editado nada. Hasta que allá conocí a Franceso Di Mauro, un tipo que se ganaba la vida haciendo bandas sonoras de películas eróticas y... pornos”, suelta riendo. Después de una breve estadía en Los Angeles y con las ideas más claras, Maxi partió hacia Italia con su nuevo amigo y la obsesión de armar un proyecto para mixar ambas experiencias. Una vez en tierra de Berlusconi, su iniciático vehículo artístico y profesional comenzaba a tomar forma: Roy Vedas. Establecido en Sicilia, el dúo rápidamente compuso Fragments of Life, pieza que estuvo acompañada por un video casero en plan retro-futurista que la extraña pareja envió al sello inglés Mercury. Y como todo lo impensado pareciera ser un excitante elemento extra en el devenir de nuestro héroe, lo imposible sucedió: “Al día siguiente de enviar el material, la Mercury nos llamó porque nos quería fichar, pero yo ya me había ido a Buenos Aires. Así que tuve que armar las valijas otra vez y volar hacia Londres, donde nos quedamos viviendo y tocando, ya que nos daban guita y estábamos en un lindo lugar”.
Con el simple bajo el brazo, Roy Vedas comenzó a promocionar su composición por toda Europa, más precisamente en el Reino Unido, Escocia e Irlanda. Y como en el Universo Trusso todo funciona a la inversa de cualquier ley preestablecida, lo inexplicable descansa a la vuelta de la esquina: “Recorrimos países como Grecia, Dinamarca, Suecia y Turquía, donde pasaban nuestra canción en la radio. Allí se nos acercó un periodista turco y nos dijo: ‘En noviembre llegan los Rolling Stones, así que si regresan para esa fecha voy a ver si puedo conseguir que sean soportes de ellos’. Así que volvimos y tocamos con los Stones. Yo me había ido medio vestido de astronauta, una cosa muy loca”.
Si esto les parece una anécdota de valor incalculable, presten atención: “A Keith Richards ya lo conocía porque el chico de la casa de cuero tenía conexiones con tiendas de Los Angeles. Una vez fuimos para allá a llevar ropa para una película que estaba filmando Pierce Brosnan y nos encontramos con él. Nosotros vendíamos una especie de ropa de víbora, algo muy... hard. Y a Richards le gustaban unas camisas de serpiente bordó, así que le llevamos dos”.
Nómade indomable y coleccionista de imágenes paganas, el cantante pareciera estar siempre en el lugar indicado, en el momento justo. Es por eso que cuando las coordenadas correctas se cruzan, uno puede terminar tranquilamente jugando al fútbol con Robbie Williams. “Fui a una peluquería en Londres y la que me cortó el pelo era la novia del bajista de The Beta Band. Un día el flaco la fue a buscar, nos hicimos amigos y me invitó a jugar al fútbol: ‘Venite con el otro chico del grupo que van a estar Robbie Williams y los de Pulp’. Me acuerdo de que también iba a jugar el flaco de Tool, el pelado”, dice Maxi que, como todo buen argento, lleva un técnico en su corazón. “El que mejor jugaba era Robbie Williams, lejos. Hasta hacía jueguitos con el hombro a lo Maradona. Me comentó que estaba en duda de ser actor o jugador de fútbol, porque jugaba muy bien. Eso fue muy poco antes de convertirse en un gran entretenedor de multitudes.”
Anestesiado de emociones violentas, Trusso regresó a Buenos Aires a comienzos de 2001, donde intercambió experiencias con músicos nacionales y se reencontró con el rock de su país, al que había visto (y escuchado) de manera intermitente en la última década. Hoy, trabajando en su nueva faceta de artista solitario, sus días pasan por entregarse en cuerpo y alma a Leave me and Cry, un álbum ambicioso y divertido que remite a la mejor tradición cancionera anglosajona desde los Beatles hasta Ride, al que él define como “una mezcla entre un disco inglés y un disco tradicional americano, medio folk y bluegrass”.
DISCOS
1) Suddenly, A Break
2) I Dont Care
3) Nothing Left To Lose
4) Ok In Uk
5) No Matter What You Do
6) Poems Are Giving Me A Heartache
7) Its A Beautiful World
8) Why Do You Follow Me?
9) Where Feelings Blame
10) The Rose And The Cross
11) Leave And Cry
12) Victoria
13) Nothing Left To Lose
14) The Rose And The Cross
2) I Dont Care
3) Nothing Left To Lose
4) Ok In Uk
5) No Matter What You Do
6) Poems Are Giving Me A Heartache
7) Its A Beautiful World
8) Why Do You Follow Me?
9) Where Feelings Blame
10) The Rose And The Cross
11) Leave And Cry
12) Victoria
13) Nothing Left To Lose
14) The Rose And The Cross
1 UPSET
2 MANSCAPE
3 AHEAD
4 FRAGMENTS OF LIFE
5 LIVING IN THE AIR
6 LOST IN MY MIND
7 JOHN
8 BORN IN THE AIR
9 FIESTA
10 ALL THOSE MORNINGS
11 PSYCHODELIA 3000
12 POWER OF POETRY
13 VERTEX
14 LOVE GONE
15 UPSET (ALTERNATE VERSION)
16 UNDERCOVER
2 MANSCAPE
3 AHEAD
4 FRAGMENTS OF LIFE
5 LIVING IN THE AIR
6 LOST IN MY MIND
7 JOHN
8 BORN IN THE AIR
9 FIESTA
10 ALL THOSE MORNINGS
11 PSYCHODELIA 3000
12 POWER OF POETRY
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14 LOVE GONE
15 UPSET (ALTERNATE VERSION)
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