Muñoz buscaba una salida a sus necesidades creativas, encerradas en trabajos de encargo para la Fleetway, una búsqueda que le llevó a coincidir con Carlos Sampayo, escritor, crítico y periodista que nunca había guionizado historieta, pero con unas inquietudes que reclamaban nuevos caminos. Y una última coincidencia: al igual que en la obra de Oesterheld y Breccia, Alack Sinner es una historia viva, que nace a partir de unos registros genéricos casi tópicos pero que pronto adquiere personalidad propia, arrastrando a sus autores a senderos quizás nunca imaginados.
Muñoz y Sampayo comienzan las aventuras de este detective como un relato de género negro casi académico, cumpliendo fielmente sus cánones en su vertiente chandleriana, quizás con un toque de descreimiento más propio de Ross McDonald, pero siempre desde la ortodoxia. Una imagen que dura poco, porque la fuerza del personaje pronto se apodera de sus autores, liberándolos de las ataduras que se autoimponían para emprender el camino que realmente buscaban. Alack Sinner se introduce así en un viaje sin retorno al compromiso con la sociedad, de forma que cada aventura es un paso más en su transfiguración hacia un simple testigo de la vida. El protagonismo se va diluyendo y desaparecen las referencias al género, que quedan reducidas a un mero apoyo de la estructura formal de unas historias que hablan de seres humanos y de sus relaciones.
Del cuidado realismo gráfico de las primeras historias, seguidor fiel de sus dos grandes influencias, Breccia y Pratt, vamos pasando a un expresionismo radical, pero de una vitalidad desbordante, pasmosa. Las viñetas de Sinner se pueblan de historias, de personajes que tienen pasado y futuro, que deambulan por la historia de forma anónima pero que son parte de esa sociedad de la que Alack es testigo. Muñoz va asegurando su estilo expresionista de mancha negra violenta y una difícil labor de síntesis gráfica que le llevará a una expresividad arrebatadora. Se ha pasado ya del Alack detective a un simple ser humano que quiere ver a su hija en “Encuentros y Reencuentros”, una excusa argumental para poder hablar de lo que los autores ven a su alrededor. Llega el momento de “Nicaragua”, una durísima visión del complejo momento político que vivía el mundo en plena era Reagan, centrándose en la situación nicaragüense. Una historia donde Muñoz y Sampayo exprimen el uso de elementos simbólicos para conseguir un perfecto contraste entre la realidad y la ficción que se traduce en una perfecta exposición de su compromiso.
(www.lacarceldepapel.com)
Alack Sinner - Memorias de un detective privado
Alack Sinner - Recuerdos de un detective privado
Alack Sinner - Encuentros y reencuentros
Alack Sinner - Nicaragua
PROGRAMA DE TV DEDICADO A ESTE PERSONAJE Y SUS AUTORES: